En mi chamba me han pedido que escriba acerca de cómo pienso que seré de vieja y esto es lo que escribí, se los quiero compartir:
: ¿Cómo te imaginas siendo un adulto mayor?
Es curiosa la pregunta, la verdad es que seré directa. No creo que llegue a ser viejita. Desde siempre he tenido la impresión de que moriré un tanto joven… nunca me he podido imaginar cómo me gustaría ser, inclusive me gusta pensar en mi pareja siendo viejito porque pienso que será un viejito súper culto y divertido. Pero yo…
Haciendo uso de la imaginación supongo que si llego a ser adulto mayor seré de esas viejitas que todo el tiempo estarán hablando de que sus años dorados eran mejores, y que seguramente los nietos han perdido valores o cosas así. Esto lo creo porque en mi familia a veces tienen un pensamiento costumbrista y protegen mucho el pasado. No creo ser muy dulce, empezando porque desde ahorita tiendo a ser de carácter enérgico y algunos hasta dicen: “amargado”. Pero lo que sí creo ser es muy bromista, supongo que les estaré jugando bromas a mis nietos todo el tiempo y tratando de inculcarles el gusto por el arte, la lectura, la música. También seré un poco mal hablada y sarcástica, de esas viejas que disfrutan riendo como brujas y fuertemente aunque saben que la gente se puede espantar. No es necesaria tanta seriedad tampoco.
Estaré en clases de algún ejercicio tipo yoga, artes marciales y pintura. Trataré de enseñarles a mis familiares a cocinar, porque espero que para esa edad ya cocine decentemente. Puede que esté escribiendo algún libro, porque con eso de la pésima memoria que ya tengo, no quiero saber cuántas cosas empezaré a olvidar y cuántas historias modificaré.
De ropa… siempre trataré de vestir diferente, espero no cambiar al grado de usar ropa tejida como muchas abuelitas porque la odio. Escucharé rock y no permitiré que mis nietos escuchen banda. Siempre cuidaré mi salud, a excepción de las borracheras mensuales que me pondré al lado de mi viejo o alguna comadrita. Tal vez el cigarro me acompañe aún, eso no lo he decidido. Y si algún día me dicen que ya he enfermado y moriré pronto, entonces en ese instante agarraré mis cosas y viajaré por un par de países hasta que me guste alguna ciudad apacible y me drogaré todo el día, total hay que vivir de todo ¿no? Y a esa edad ya nada uno puede lamentar más que el no haber experimentado nuevas sensaciones.
Siempre mantendré una actitud crítica y lucharé por las causas perdidas, sobretodo trataré de que mis nietos nunca pierdan ese espíritu. Puede que acabe en las filas del EZLN. Jaja. Qué divertida tarea fue esta. Tal vez no es tan malo llegar a la vejez.
Haciendo uso de la imaginación supongo que si llego a ser adulto mayor seré de esas viejitas que todo el tiempo estarán hablando de que sus años dorados eran mejores, y que seguramente los nietos han perdido valores o cosas así. Esto lo creo porque en mi familia a veces tienen un pensamiento costumbrista y protegen mucho el pasado. No creo ser muy dulce, empezando porque desde ahorita tiendo a ser de carácter enérgico y algunos hasta dicen: “amargado”. Pero lo que sí creo ser es muy bromista, supongo que les estaré jugando bromas a mis nietos todo el tiempo y tratando de inculcarles el gusto por el arte, la lectura, la música. También seré un poco mal hablada y sarcástica, de esas viejas que disfrutan riendo como brujas y fuertemente aunque saben que la gente se puede espantar. No es necesaria tanta seriedad tampoco.
Estaré en clases de algún ejercicio tipo yoga, artes marciales y pintura. Trataré de enseñarles a mis familiares a cocinar, porque espero que para esa edad ya cocine decentemente. Puede que esté escribiendo algún libro, porque con eso de la pésima memoria que ya tengo, no quiero saber cuántas cosas empezaré a olvidar y cuántas historias modificaré.
De ropa… siempre trataré de vestir diferente, espero no cambiar al grado de usar ropa tejida como muchas abuelitas porque la odio. Escucharé rock y no permitiré que mis nietos escuchen banda. Siempre cuidaré mi salud, a excepción de las borracheras mensuales que me pondré al lado de mi viejo o alguna comadrita. Tal vez el cigarro me acompañe aún, eso no lo he decidido. Y si algún día me dicen que ya he enfermado y moriré pronto, entonces en ese instante agarraré mis cosas y viajaré por un par de países hasta que me guste alguna ciudad apacible y me drogaré todo el día, total hay que vivir de todo ¿no? Y a esa edad ya nada uno puede lamentar más que el no haber experimentado nuevas sensaciones.
Siempre mantendré una actitud crítica y lucharé por las causas perdidas, sobretodo trataré de que mis nietos nunca pierdan ese espíritu. Puede que acabe en las filas del EZLN. Jaja. Qué divertida tarea fue esta. Tal vez no es tan malo llegar a la vejez.
